El Consistorio abona cada año cerca de nueve millones de euros en facturas de electricidad y agua

La Concejalía de Sostenibilidad, a través de la Agencia Local gestora de la Energía y las áreas de Aguas y Servicios Públicos, crea un equipo de expertos para implementar medidas que permitirán ahorrar más de 200.000 euros anuales a las arcas municipales

La concejala Pilar Álvarez presentó hoy la primera diagnosis energética del Ayuntamiento, un estudio que marcará la hoja de ruta de la gestión municipal de cara a adherirse en un futuro cercano al Pacto de los Alcaldes que promueve la UE

El Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria ha iniciado la transición hacia un modelo de consumo energético más sostenible desde el punto de vista medioambiental y también desde el económico, ya que las nuevas medidas correctoras que se están implementando en los distintos servicios municipales supondrán un ahorro considerable de dinero para las arcas del Consistorio. También desde el punto de vista social, supondrá una mayor y mejor transparencia y participación ciudadana en la toma de decisiones en esta transición.

La concejala de Sostenibilidad y Limpieza, Pilar Álvarez, presentó hoy las conclusiones de la primera diagnosis energética del Ayuntamiento, un documento enmarcado dentro de la estrategia Ecolocal, que señala las deficiencias a subsanar y las mejoras a aplicar, y que servirá de hoja de ruta para que Las Palmas de Gran Canaria se adhiera en un futuro próximo al Pacto de los Alcaldes que auspicia la UE. Esta diagnosis será presentada también a la ciudadanía el próximo jueves, 23 de marzo, a las 18.30 horas en el salón de actos de la Facultad del Profesorado (Magisterio) junto al Obelisco.

La diagnosis presentada hoy por la concejala, y coordinada por la Agencia Local Gestora de la Energía (ALGE), evidencia el alto coste económico que supone el mantenimiento de los servicios municipales como alumbrado público y el mantenimiento de las zonas verdes, además de las dependencias administrativas del Ayuntamiento. Álvarez desveló que el Consistorio abonó en 2015 (último año del que se tienen datos cerrados) un total de 8.817.144 euros en facturas de electricidad y consumo de agua. El gasto más alto correspondió al consumo eléctrico, con una factura de 5.323.534 euros, mientras que por el agua se pagaron 3.493.609 euros.

2015 Gasto € Consumo
Electricidad 5.323.534,71 € 37.357.177 kWh
Agua 3.493.609,50 € 1.421.381 m3
Total 8.817.144,21 €

 

De los 1.686 contadores de electricidad y agua que están a nombre del Ayuntamiento, sólo 183 de ellos gastan el 50% de esos casi nueve millones de euros anuales. El estudio señala que los mayores gastos en este campo se concentran en, entre otros, el parque Juan Pablo II (con una factura anual de 193.344 euros entre electricidad y agua), los campos de fútbol de La Ballena y alrededores (183.776 euros), las oficinas municipales del edificio Metropol (115.364 euros), la Fuente Luminosa (109.312 euros) y las instalaciones del servicio municipal de Limpieza en Las Torres (96.819 euros). Sólo el gasto en facturas de electricidad y agua anuales supone el 17% del presupuesto municipal del Capítulo II (gastos corrientes).

Una vez realizada esta diagnosis, la Concejalía de Sostenibilidad y la ALGE crearon hace varios meses un grupo de expertos que está formado por técnicos de distintos departamentos municipales (Alumbrado y Aguas, Parques y Jardines o Deportes) y que actuará de manera transversal para reconducir la tendencia al alza del gasto energético. El Equipo de Gestión Energética Municipal, además de evaluar mensualmente esta diagnosis y coordinar las acciones de ahorro y eficiencia más apropiadas, ha fijado ya varios objetivos de reducción del gasto en recursos energéticos municipales y emisiones de CO2.

Entre las medidas a aplicar de manera inmediata, este equipo de técnicos municipales señala las siguientes: revisar las potencias contratadas para el suministro eléctrico en los puntos de mayor consumo (se calcula que podría generar un ahorro cercano a los 160.000 euros anuales); revisar las pólizas de consumo 0, es decir, en dependencias cerradas o zonas en las que no hay un uso habitual de electricidad o agua (se calcula que se ahorrarían casi 5.000 euros al año); eliminar la penalización de la energía reactiva (mediante la colocación de baterías de condensadores se podrían ahorrar 30.000 euros al año); aunque aún estén sin cuantificar, la revisión y ajuste de encendido de los puntos de iluminación a determinados horarios y la revisión de los puntos de mayor consumo de agua también se suman a esta estrategia de ahorro. Por último, el equipo de técnicos propone una serie de medidas activas en las dependencias municipales y en la red de colegios públicos que conllevarán la implicación de los trabajadores y de la población usuaria de estos edificios con la finalidad de hacer un buen uso de la luz y el agua, y evitar gastos innecesarios. Se calcula que esta implicación de los empleados municipales y la población usuaria permitirá ahorrar un 10% de la factura sólo en los cuatro edificios del Ayuntamiento con mayor gasto, es decir más de 30.000 euros.

Con la aplicación de todas estas medidas de manera inmediata, el Ayuntamiento lograría ahorrarse cada año más de 215.000 euros en facturas de electricidad y agua, un 5% del presupuesto que se dedica a pagar estos gastos. En este sentido la ALGE ya ha probado el éxito de algunas de estas recomendaciones al revisar y reducir la potencia contratada sobre los contadores del Centro de Emprendedores que el IMEF gestiona en el Sebadal. Esta intervención permitirá este mismo año un ahorro de 15.000 euros al Ayuntamiento sólo en este edificio.

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