Nuestras viviendas disponen de multitud de aparatos que consumen energía y que nos hacen la vida más confortable. Una mala elección de estos aparatos o un uso inadecuado de los mismos puede generar consumos excesivos de energía.

A continuación te damos algunas recomendaciones que te ayudarán a ahorrar energía en el hogar:

Frigorífico

  • Si vas a cambiar tu frigorífico, asegúrate de que su etiquetado energético sea de la clase más eficiente (A+, A++ o A+++).
  • No introduzcas alimentos calientes en el frigorífico o congelador.
  • No compres un equipo más grande de lo que realmente necesitas.
  • Coloca el frigorífico y congelador en lugares frescos y ventilados y alejados de posibles fuentes de calor (radiación solar, horno, etc.)
  • Descongela los alimentos dentro de la nevera.
  • Descongela la escarcha antes de que alcance los 3 mm de espesor y limpia la parte trasera de tu aparato al menos una vez al año.

Lavadora

  • Si vas a cambiar tu lavadora, asegúrate de que su etiquetado energético sea de la clase más eficiente (A+, A++ o A+++).
  • Procura lavar con agua fría siempre que puedas y llenar la lavadora para aprovechar al máximo su capacidad.
  • Utiliza programas de lavado a media carga para reducir el consumo energético y de agua.
  • Piensa en las sondas de agua de algunas lavadoras, que miden la suciedad del agua y la cambian cuando sea necesario, evitando el consumo excesivo de agua.

Lavavajillas

  • Si vas a cambiar o instalar un lavavajillas, asegúrate de que su etiquetado energético sea de la clase más eficiente (A+, A++ o A+++).
  • Elije el tamaño de tu lavavajillas según tus necesidades de uso.
  • Procura utilizar el lavavajillas cuando esté completamente lleno.
  • Si es necesario, usa agua fría para aclarar la vajilla antes de meterla en el lavavajillas.
  • Siempre que puedas, utiliza programas económicos o de baja temperatura.
  • Limpia frecuentemente su filtro y revisa los niveles de abrillantador y sal como medidas preventivas para mejorar su comportamiento energético.

Secadora

  • Si puedes elegir, compra secadoras a gas. Si son eléctricas, que tengan etiqueta energética de la clase más eficiente. Lo mejor, tender tu ropa al aire libre si puedes permitírtelo.
  • Aprovecha al máximo la capacidad de tu secadora procurando que trabaje siempre a carga completa.
  • Antes de utilizar la secadora, centriguga al máximo la colada en la lavadora para que esté lo menos húmeda posible.
  • Si dispones de él, utiliza el programa «punto de planchado» para que la ropa no se seque completamente.

Horno

  • Si vas a comprar un horno eléctrico, procura que sea de la clase energética más eficiente posible.
  • No abras innecesariamente la puerta del horno porque puedes perder un 20% del calor acumulado en el interior. Utiliza la luz interior para poder ver el estado de los alimentos.
  • Aprovecha al máximo la capacidad del horno y, si puedes, cocina de una vez el mayor número de alimentos aprovechando la inercia térmica del aparato.
  • Fija desde el principio la temperatura deseada.
  • Aprovecha el calor residual apagándolo 15 minutos antes.
  • Generalmente no es necesario precalentar el horno para cocciones superiores a una hora.
  • Los hornos de convección favorecen la distribución uniforme del calor, ahorran tiempo y consumen, por tanto, menos energía.

Iluminación

  • Siempre que sea posible, aprovecha la iluminación natural.
  • No dejes luces encendidas en habitaciones que no estás utilizando.
  • Mantén limpias las lámparas y las pantallas para aumentar la luminosidad sin necesidad de aumentar la potencia.
  • A la hora de sustituir una bombilla, mejor utilizar las de bajo consumo o LEDs que las incandescentes. Para un mismo nivel de iluminación pueden llegar a ahorrar hasta un 80% de electricidad y pueden durar 8 veces más.
  • Usa fluorescentes donde necesites más luz durante muchas horas.
  • Utiliza sensores de presencia en vestíbulos, garajes u otras zonas comunes para que las luces se enciendan y apaguen automáticamente con el consiguiente ahorro energético.
  • Adapta la iluminación a tus necesidades reales y da preferencia a la iluminación localizada para ahorrar energía y conseguir ambientes más confortables.

Aire Acondicionado

  • Ajusta el termostato en verano a unos 26ºC. Si lo pones a una temperatura más baja de la cuenta, no mejorará tu confort térmico y el gasto energético será excesivo.
  • Siempre que puedas, instala toldos, cierra persianas y corre cortinas para reducir la radiación solar directa y, por tanto, el sobrecalentamiento de tu vivienda.
  • En verano, ventila tu casa cuando el aire exterior sea más fresco, es decir, a primera hora de la mañana o durante la noche.
  • Piensa en ventiladores de techo como medida suficiente para mantener el confort térmico en una estancia.
  • Coloca los aparatos de refrigeración para que les dé el mínimo sol posible y exista buena circulación del aire.
  • Los colores claros en techos y paredes exteriores relfejarán la radiación solar y evitarán el calentamiento de los espacios interiores.

Cocina

  • Para cocinar, procura gestionar bien tus recursos y aparatos: microondas, cocina con olla a presión y horno en último lugar.
  • Las placas de inducción consumen un 20% menos de electricidad que las vitrocerámicas convencionales.
  • Procure que el fondo de los recipientes sea ligeramente superior a la zona de cocción para que no rebase la llama, así aprovecharemos al máximo el calor de la cocina.
  • En las cocinas eléctricas utilice baterías de cocina y el resto del menaje con fondo grueso difusor: logrará una temperatura más homogénea en todo el recipiente.
  • Cocinar con un recipiente con tapa le ayudará a ahorrar hasta un 25% de energía.
  • Aprovecha el calor residual apagando cinco minutos antes de terminar de cocinar.

Pequeños electrodomésticos

  • No dejes encendidos aparatos como una plancha o una tostadora si piensas interrumpir la tarea.
  • Aprovecha el calentamiento de la plancha para plachar grandes cantidades de ropa de una vez.
  • Elige bien tus pequeños electrodomésticos para que, a la larga, te supongan el menor consumo eléctrico posible.
  • Optimiza siempre el uso de tus aparatos eléctricos. Por ejemplo, usa siempre las dos ranuras de tu tostadora y no malgastes la energía eléctrica.
  • No enciendas el ventilador si puedes servirte de la ventilación natural abriendo las ventanas.
  • Aprovecha el calor residual apagando cinco minutos antes de terminar de cocinar.

Modo espera o Stand by

  • Desconecta los cargadores de la red cuando no los utilices.
  • Utiliza regletas con interruptor para desconectar varios aparatos a la vez si no los estás utilizando.
  • Evita el modo en espera y apaga en el botón correspondiente, como por ejemplo el de tu televisión, equipo de música u ordenador.
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