Si quieres sumarte al reto por la conservación de la mariposa monarca en Las Palmas de Gran Canaria, lo tienes muy fácil.

Lo principal es que sepas que ¡sin asclepias no hay mariposas monarcas! Las asclepias, también conocidas como algondoncillos, son unas plantas con una pequeña flor naranja o amarilla que florece durante todo el año. Esta planta es la preferida para las larvas de monarca porque gracias a sus compuestos se convierten en tóxicas para los depredadores potenciales, y es de sus hojas de donde consiguen los vivos colores de sus alas, ya que las orugas al alimentarse asimilan los compuestos producidos por la planta, adquiriendo un olor y sabor desagradables para sus depredadores, e incluso venenosos.

Así que lo primero es aumentar el número de asclepias para garantizar su alimentación. Desde la Concejalía de Desarrollo Estratégico, Sostenibilidad y Energía hemos plantado 150 ejemplares en 10 espacios públicos para poder tener, al menos, 10 mariposarios al cuidado municipal, pero cualquiera puede conseguir esta planta para su balcón, azotea o jardín y proporcionar un espacio para el sustento de este espléndido insecto.

 

Mariposas Monarca

Las mariposas Monarca son reconocidas por sus coloridas alas naranjas y negras. Como todos los lepidópteros, tienen un ciclo de vida con una metamorfosis en cuatro etapas: huevo, oruga, crisálida o pupa y mariposa.

Las hembras depositan los huevos en el dorso de las hojas de las asclepias (entre 300 y 400) y a los pocos días aparecen las orugas de rayas negras, amarillas y blancas.

Las orugas tienen como único fin alimentarse sin parar hasta que cogen el tamaño adecuado, normalmente a las dos semanas, cuando se envuelven en la crisálida y se cuelgan de cabeza dentro de esta dura bolsa.

Dentro de la pupa pueden estar hasta un mes, según las condiciones ambientales, aunque lo habitual es que sean unos 10 días. Ahí se dan cambios metabólicos y morfológicos, desarrollándose las alas, las patas (tres pares), musculatura y ojos compuestos, así como se transforman el aparato digestivo, el corazón y el cerebro de la oruga.

Lo más increíble de las mariposas monarcas es su longevidad, pues pueden vivir hasta 9 meses y su capacidad migratoria, pues es uno de los pocos insectos que pueden hacer travesías transatlánticas.

En Canarias se han instalado de forma permanente, posiblemente llegadas desde Norteamérica, al menos desde 1804.

 

Reto Más Mariposas

El reto que nos proponemos desde el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria,en colaboración con la asociación Monaria, es aumentar el censo de mariposas monarcas que viven libremente en nuestro municipio.

Para eso desde el Servicio de Parques y Jardines hemos aumentado el número de asclepias en los espacios públicos de los cinco distritos, pero cualquiera puede ayudar, con la plantación de asclepias en sus balcones, azoteas o jardines. Más asclepias es sinónimo de más mariposas Monarca.

 

Mariposarios en Las Palmas de Gran Canaria

Actualmente, hay conjuntos de asclepias con el fin de generar mariposarios en los siguientes puntos de la ciudad:

Parque Doramas (Ciudad Jardín)

Parque Romano (Ciudad Jardín)

Parque Don Benito (Schamann)

Parque La Mayordomía (Tamaraceite)

Parque de Las Edades (Jinámar)

Parque Pino Apolinario (Guanarteme)

Parque Juan Alemán (La Paterna)

Finca Dominguito (San Juan)

Parque de Las Magnolias (Tafira)

Parque frente al CEIP Los Giles (Los Giles)

 

Cómo cuidar las asclepias

Las asclepias o algodoncillos son subarbustos que pueden alcanzar hasta un metro de altura. Sus pequeñas flores amarillas o naranjas se agrupan en pequeños racimos de entre 10 y 20 florecillas. Son plantas de exterior, que prosperan al sol o en semisombra, y que requieren del riego cada 2 días cuando hay mucho calor, o cada 4-5 días el resto del año.

Las asclepias se pueden dividir por esquejes para reproducirla.

 

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